¿Sabías que no es bueno llenar el depósito de gasolina del coche en exceso? En este artículo, te contamos los efectos que esto puede causar si se hace muy a menudo.
Pero antes, deja que te pongamos en situación:
El conductor medio español llena el depósito de gasolina del coche entre 45 y 55 veces al año.
Seguramente, tu mismo hayas llenado en exceso el depósito de combustible de tu coche en algún momento, y después te hayas preguntado qué implicaciones y riesgos tendría hacerlo.
La seguridad es siempre debería ser una preocupación cuando se manipula un líquido combustible. Y llenar el depósito de gasolina no es una excepción, ya que también puede provocar daños en tu coche.
El depósito de gasolina convencional de un coche está equipado con un sistema de circuito cerrado destinado a quemar los gases de la gasolina.
Llenar el depósito de gasolina del coche en exceso puede sobrecargar el sistema y, con el tiempo, esto puede bloquear el sistema y dañar sus piezas.
Si esto pasa una o dos veces, no es un problema. El problema ocurre cuando tendemos a llenar el depósito de gasolina del coche en exceso de manera frecuente.
Ya sea de manera involuntaria o intencionada, el dpósito de combustible puede ser llenado en exceso, pero ¿cómo?
Los surtidores de gasolina disponen de un dispositivo que impide que el depósito se llene en exceso. Funciona deteniendo automáticamente el flujo de gasolina cuando el depósito está lleno, pero sin excederse.
Sin embargo, si se vuelve a apretar la palanca del surtidor de gasolina, el depósito podría sobrecargarse.
Esto puede ocurrir sin intención por parte del conductor o con ella, ya que resulta tentadora la idea de aprovechar hasta la última gota de combustible y así conseguir algún kilómetro más.
Ahora que ya sabemos lo que ocurre en rasgos generales cuando tendemos a llenar el depósito de gasolina del coche en exceso, tenemos que conocer las posibles averías que puede provocar esta acción, que son:
Estas averías pueden llegar a suceder como fruto de la gasolina extra del depósito, ya que ahoga el espacio de aire disponible, reduciendo la cantidad de aire necesaria para apoyar el procesamiento del vapor del combustible por parte del sistema de combustible.
Puedes llenar el depósito de gasolina del coche en exceso sin querer o de manera intencionada. Cuando el depósito esté lleno, lo sabrás porque oirás el clic del cierre de seguridad, que indica que debes dejar de repostar.
Si vuelves a apretar el agarre de la manguera de combustible, probablemente saldrá más combustible y se derramará sobre el coche y el suelo.
Además, el indicador del nivel de combustible en el salpicadero también estará en su posición más alta.
Si descubres que el depósito de gasolina está demasiado lleno, apaga el motor durante un rato para que la gasolina llenada en exceso vuelva al depósito y para que se evapore la gasolina que ha sido derramada al suelo, ya que siempre ocurre.
Insistimos en que esperes a que la gasolina derramada se seque porque, como ya hemos mencionado al principio de este artículo, al manipular materiales combustibles siempre se debe tomar la máxima precaución.
Afortunadamente, la gasolina se seca rápidamente cuando entra en contacto con el aire. Pero debes saber que mientras puedas oler los vapores de la gasolina, el combustible derramado supone un riesgo.
Sin embargo, no hay riesgo inminente si no hay una fuente de ignición.
Aunque la posibilidad de que ocurra algún problema bombeando gasolina con el coche en marcha es muy pequeña, nunca debes hacerlo.
Con toda la información que te hemos contado hasta este momento, podrás deducir que NO ES BUENO llenar demasiado el depósito de gasolina de manera habitual, ya que puede acabar dañando varias piezas del coche, como el sistema de control de emisiones, el depósito de carbón e incluso el motor (aunque es más complicado que eso suceda).
El depósito de gasolina convencional de un coche está equipado con un sistema de circuito cerrado destinado a quemar los gases de la gasolina.
Llenar en exceso el depósito de gasolina, ya sea a propósito o por error, supone un esfuerzo excesivo para el sistema, que podría acabar obstruyendo o dañando algunos componentes.
Los problemas del sistema de combustible podrían provocar daños en el motor y un precio de reparación importante si no se atienden las primeras señales de deterioro, como el encendido de la luz del motor.
Por tanto, abstente de llenar en exceso el depósito de gasolina de tu vehículo para evitar posibles daños futuros.
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