Si tienes coche, es muy posible que hayas escuchado hablar de la junta de culata en más de una ocasión.
Pero, ¿sabes qué es la junta de culata?
Se trata de una pieza indispensable del vehículo y básicamente consiste en una lámina fina ubicada entre la culata y el bloque de motor, haciendo que ambos elementos queden sellados herméticamente. Con ello, su principal función es aguantar las altas temperaturas que alcanza el motor, así como evitar que el refrigerante y el aceite del vehículo se terminen mezclando en la cámara de combustión y formen fugas.
Así dicho, puede parecer una pieza que no tiene mayor importancia, pero lo cierto es que presenta una complejidad como pocos elementos del vehículo.
No es raro dar con juntas de culata en mal estado, ya que son componentes que deben soportar un rango de temperaturas muy amplio, desde las altas temperaturas del motor del coche hasta las frías temperaturas propias del invierno o de un lugar concreto. No sólo eso, sino que también tiene que aguantar las altas presiones del líquido refrigerante del motor.
Cabe destacar, que hay una mayor posibilidad de deterioro en este componente cuando sometemos a nuestro vehículo a una forma de conducción brusca en la que forzamos el motor y lo sobrecalentamos.
Sabiendo todo lo ya mencionado, es posible que te estés preguntando “¿De qué material están fabricadas las juntas de culata para soportar esa diversidad de temperaturas?”
Pues bien, no existe un único modelo de junta de la culata, lo cierto es que hay una gran variedad de estas piezas en función del tipo de vehículo y de la culata a la cual tienen que ir unidas, así como la compresión del motor.
Además, podemos decir que el material utilizado para la fabricación de este componente está directamente relacionado con la rigidez del mismo.
Algunos de los tipos de juntas de culata más habituales son:
Fabricadas en amianto y recubiertas por materiales como cobre o hierro | ![]() |
Formadas por láminas finas unidas entre sí | ![]() |
Elaboradas en composite y revestidas de metal | ![]() |
Hechas en metal con láminas de tamaño diferente | ![]() |
Realizadas en una sola pieza y de metales como el cobre o el aluminio | ![]() |
En la gran mayoría de los casos, el principal motivo de avería en la junta de culata es el desgaste o deterioro de este componente. Esto conlleva a que la junta de culata no cumpla su función al completo, y esto puede deberse a:
Son varios los síntomas que nos indican que la junta de culata de nuestro coche está quemada o averiada. A raíz de ello, pueden generarse graves daños en el vehículo. Los síntomas más habituales son los siguientes:
Uno de los síntomas más habituales ante una junta de culata dañada es el sobrecalentamiento del motor al pasar determinadas velocidades.
Si el motor del coche produce un calor excesivo, puede dar lugar a otro tipo de averías graves en el motor. Esto se debe a que el calor irradiado puede provocar que haya piezas metálicas que se dilaten y terminen deformándose o incluso agrietándose.
El hecho de que exista ese sobrecalentamiento en el motor, puede deberse a la pérdida de líquido refrigerante, a un calor excesivo en el escape, a la falta de capacidad del radiador de enfriar el líquido que no está limpio o simplemente puede estar provocado por un proceso de combustión deficiente.
Ésto se deba a las altas presiones en el líquido refrigerante. Si la junta de culata está en mal estado, es posible que presurice el sistema de enfriamiento. Por el contrario, podemos encontrarnos con una junta de culata quemada, caso en el que notaremos una pérdida de presión en este sistema.
Sin lugar a dudas, es otro de los síntomas más comunes que nos ayudan a identificar la avería.
Si la junta de culata de nuestro coche está dañada, el líquido refrigerante tiene acceso a la cámara de combustión y, por el funcionamiento del motor, el refrigerante se quema y con ello se evapora, de allí el color blanco.
Este humo saldrá mientras el coche esté arrancado, y no dejará de salir hasta que lo apaguemos.
Como norma general, este humo suele tener un olor suave e incluso dulce.
La cantidad de humo que salga dependerá directamente del tamaño de la fuga en la junta de culata, cuanto más grande sea la fuga, mayor será la cantidad de humo que expulse el escape.
Como ya hemos mencionado antes, cuando hay una avería en la junta de culata, a medida que el refrigerante se va colando en la cámara de combustión, se podrá mezclar con el aceite del motor.
Si esto ocurre, el aceite dejará de lubricar bien y provocará un desgaste excesivo en las paredes de los cilindros, así como la oxidación de otros componentes metálicos.
De todas maneras, si tu coche pierde refrigerante, puedes echar un vistazo al artículo en el que hablamos de las posibles razones por las que tu coche pierde agua.
Esto se debe a que el líquido refrigerante se mezcla con el aceite del motor en la cámara de combustión, adoptando así un color marrón impropio del refrigerante.
Esto puede ir acompañado de una fina capa aceitosa por encima del líquido refrigerante.
Al igual que ocurre en el anterior síntoma, al mezclarse el agua con el aceite del motor, este último coge un color marrón claro poco habitual.
Por este mismo motivo, muchas veces pueden observarse gotas de agua en la varilla del aceite.
Debido a que el líquido refrigerante se está quemando dentro de los cilindros del motor, la chispa de las bujías pierde potencia debido a que pequeñas partículas combustionadas del refrigerante se quedan adheridas a ella.
Esto es fácil de comprobar extrayendo las bujías del coche y ver si ésta presenta manchas blanquecinas. La mayor parte de las veces esto se debe a que la bujía está sucia e impide el funcionamiento normal del coche.
Seguramente, te estés preguntando: “Pero, ¿cómo es posible que la bujía se ensucie por la junta de culata?”.
Esto ocurre en el momento en el que el líquido refrigerante se quema, ya que deja residuos o manchitas blancas en la bujía.
De todas maneras, puedes leer más sobre por qué tu coche no arranca.
Ante una junta de la culata dañada es común ver como una pequeña cantidad de agua sale por el tubo de escape.
Esto se debe a que el líquido refrigerante se filtra por los cilindros del motor, el cual termina expulsando el refrigerante por el escape.
Se forman burbujas en el radiador debido a que se filtran gases de escape en el radiador y se mezclan con líquido refrigerante.
Aunque la junta de culata coche puede parecer un elemento simple, verdaderamente se trata de uno de los componentes más complejos y de más costosa reparación en caso de mal estado, por lo que te aconsejamos que prestes atención a cualquiera de los síntomas y primeros síntomas de junta de culata anteriormente mencionados.
Lo cierto, es que sólo hay que retirar la vieja junta de culata y reemplazarla por una nueva, no obstante, el precio de la reparación es muy elevado.
Sabiendo esto, es muy probable que te preguntes: “¿Por qué es tan costosa esta reparación si sólo debería sustituirse la junta de culata dañada por una nueva?”
El problema no se encuentra en el coste de la pieza como tal, sino que la complicación está en llegar a dicha pieza. Es decir, este elemento está ubicado en un lugar estratégico del coche para que pueda cumplir su función íntegramente. Dicho lugar no puede alcanzarse a simple vista, sino que hay que desmontar el motor para acceder a ella y poder realizar el diagnóstico al completo.
El hecho de tener que desmontar buena parte del motor del vehículo se resume en tiempo de mano de obra, y es en este momento donde se dispara el coste de la reparación del coche, ya que este tiempo no suele ser inferior a 20 horas.
Aunque es muy complicado poner precio a la reparación de esta avería, dependiendo del tipo de vehículo y de la gravedad de la avería, el coste de una junta de culata rota no suele ser inferior a los 1.000€ en el mejor de los casos.
Decimos en el mejor de los casos porque una avería en la junta de la culata suele perjudicar a otras piezas del motor.
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