Las 5 averías de coche más comunes en invierno

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¿Conoces cuáles son las averías de coche más comunes en invierno?

El frío extremo, las difíciles condiciones de conducción y otros elementos pueden causar estragos en varios sistemas del coche cuando llega el invierno.

Además de ello, en esta estación del año hay que tener especial cuidado cuando conducimos con hielo, pero para eso hay otro post en el que explicamos algunos consejos para conducir con hielo de manera segura.

Hay cinco reparaciones frecuentes en el coche que son más comunes en invierno que otras, desde el motor del limpiaparabrisas hasta calefacciones rotas.

Por eso, hoy te hemos preparado este post, ya que sabiendo cuáles son los sistemas que fallan, podrás evitar problemas mayores si los reparas a tiempo.

Además, para que sepas cómo prevenir algunos de estos fallos, puedes echar un ojo a nuestro post en el que te damos 8 consejos para preparar tu coche para invierno.

Antes de comenzar, queremos mencionar que las averías de coche más comunes en invierno, pueden evitarse si un mecánico realiza el mantenimiento periódico con la frecuencia que aconseja el fabricante de tu coche.

1. Sistema de calefacción

Suele pasar, que cuando más necesitas algo, justo llega su hora de romperse. Esto es lo que ocurre con la calefacción, por eso es la primera de las averías de coche más comunes en invierno.

A menudo se producen daños inesperados cuando un sistema mecánico se utiliza de forma intermitente.

Encontrar un problema en el sistema de calefacción es quizá la reparación más común del vehículo relacionada con el invierno, porque la mayoría de nosotros sólo utilizamos los sistemas de calefacción del coche durante el tiempo frío y las estaciones de invierno.

El sistema de refrigeración del motor y el sistema de circulación del aire del habitáculo trabajan juntos para formar el sistema de calefacción. Esto funciona así en la mayoría de los coches y camiones.

Todas las piezas de estos sistemas deben cooperar para que funcionen eficazmente.

Lo que sucede con este tipo de avería, es que el núcleo del calefactor suele bloquearse u obstruirse con residuos del radiador.

Este tipo de avería del sistema de calefacción también puede provocar un sobrecalentamiento del motor, lo que puede dañar gravemente el motor del coche.

Antes de intentar repararlo, es importante que un mecánico analice tu coche para determinar la causa exacta del fallo del sistema de calefacción.

2. Conducto del enfriador de aceite

Otro componente que ocasionalmente se rompe o se desgasta en invierno es el conducto del enfriador de aceite. Por ello, en nuestra lista es la segunda de las averías de coche más comunes en invierno.

Como la mayoría de los conductos del enfriador de aceite son de metal, el problema es el daño de las roscas más que el fallo del conducto provocado por la congelación.

En lugares especialmente fríos donde las ciudades utilizan sal o cloruro de magnesio en las carreteras, los daños invernales en los conductos de aceite son habituales.

Cuando los coches circulan por estas carreteras, la sal o el cloruro de magnesio se adhieren a las piezas de los bajos del vehículo. Las roscas expuestas pueden acabar oxidándose y podrían aflojarse cuando el motor se calienta.

Las fugas de aceite y los posibles problemas de sobrecalentamiento podrían ser consecuencia de los daños en el conducto del refrigerador de aceite.

3. Motor del limpiaparabrisas

El comienzo de la lluvia y la nieve es algo habitual en invierno. Por ello, en esta época del año es cuando más se suelen utilizar los limpiaparabrisas.

Como suele ocurrir, cuando más necesitamos algo, justo deja de funcionar. Por eso, en nuestra lista es la tercera de las averías de coche más comunes en invierno.

Además, resulta que es el periodo más frecuente e inconveniente para que el motor del limpiaparabrisas se estropee.

El interruptor del parabrisas activa cada una de las escobillas del limpiaparabrisas, que son accionadas por uno o dos engranajes distintos del motor del limpiaparabrisas.

El motor del limpiaparabrisas tiene varios componentes separados, y cualquiera de ellos puede dejar de funcionar. A veces, la única reparación necesaria es sustituir un fusible o un relé eléctrico.

Lo cierto, es que no suele ser una avería que conlleve a problemas peores en el coche, pero sí que te priva de una buena visibilidad, lo que puede suponer un peligro bajo ciertas circunstancias.

4. Depósito del limpiaparabrisas

En la mayoría de las situaciones, el líquido limpiaparabrisas está hecho para tolerar temperaturas de hasta 20 grados bajo cero.

A pesar de que la mayoría de los propietarios de automóviles tienen cuidado de utilizar sólo el líquido lavaparabrisas, es bastante típico rellenar este depósito con agua. Pero al hacerlo, se corre el riesgo de que el depósito del limpiaparabrisas falle en un futuro.

Cuando bajan las temperaturas, el líquido lavaparabrisas y el agua del depósito se congelan, provocando la rotura del depósito. Por ello, en nuestra lista es la cuarta de las averías de coche más comunes en invierno.

El agua o líquido del lavaparabrisas saldrá del depósito a medida que deje de hacer tanto frío, hasta que el depósito se vacíe y haya que cambiarlo.

5. Bombillas

Una de las piezas que, estando bien cerrada, puede funcionar mal en cualquier momento son las bombillas de los faros.

Cuando la carcasa del faro o la junta de goma se rompen, surge un pequeño problema prematuro, dando lugar a una de las averías de coche más comunes en invierno.

La bombilla del faro puede reventar si la junta está comprometida, permitiendo que se filtre una humedad considerable en su interior.

El invierno es una época habitual para sustituir las bombillas de los faros, ya que el frío extremo también puede provocar la rotura de la carcasa del faro o de la junta de goma.