11 Razones por las que tu coche pierde agua

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¿Estás buscando el motivo por el que tu coche pierde agua? Si es así, ¡aquí encontrarás respuestas!

Mancha de refrigerante en el suelo porque coche pierde agua

Para empezar, deberías saber que una de las partes más importantes de tu coche es el líquido refrigerante, ya que protege el vehículo contra la congelación y el sobrecalentamiento.

Si un coche pierde agua, no es normal, y lo más razonable es intentar encontrar la causa para solucionar el problema cuanto antes y así evitar daños mayores.

Por eso, a continuación puedes ver cuáles son algunas de las causas más comunes de la falta de capacidad de tu coche para retener el agua.

1. Hay una fuga en el depósito de refrigerante del coche

El refrigerante se almacena en un recipiente de plástico llamado depósito de refrigerante. Normalmente, un tubo de goma lo conecta con el radiador.

En caso de que el depósito se perfore o se agriete, dejaría de retener el agua.

No obstante, para que haya una fuga en éste depósito no tiene por qué romperse, sino que también puede tratarse de un tapón mal cerrado.

Ya sea por una rotura o porque el tapón está mal cerrado, el resultado sería que el coche pierde agua.

Cabe mencionar que, en este caso, cuando el refrigerante entra en contacto con las piezas calientes del motor, probablemente puedas ver síntomas evidentes como humo saliendo de debajo del capó.

Para ser aún más evidente, puedes notar incluso un agradable olor, fruto del anticongelante quemado.

Si tu coche pierde agua frecuente, hay muchas posibilidades de que el problema se trate de una fuga en el depósito.

2. La bomba de agua del coche está defectuosa

La bomba de agua puede ser el motivo por el que tu coche pierde agua, ya que tiene componentes que son susceptibles de desgastarse.

Este desgaste, puede dar lugar a fugas importantes de refrigerante que son difíciles de pasar por alto. Si ese es el caso, será visible una fuga masiva procedente de la bomba de agua.

La sustitución de la bomba de agua suele ser un proceso complicado y requiere de conocimientos expertos, por lo que se recomienda llevarlo a tu taller de confianza.

Nunca conduzcas un coche con una bomba de agua defectuosa, podría dar lugar a daños más importantes.

3. Hay un agujero en el radiador

A veces los radiadores dañados son el origen por el que tu coche pierde agua.

Puede haber un agujero en el sistema, y tu coche pierde agua a través de él. Un radiador puede tener parches abiertos por la corrosión.

Además, una junta deteriorada de este componente también puede ser el motivo por el que tu coche pierde agua.

Debido a la ubicación del radiador en el interior del coche, puede resultarte difícil observar la fuga.

4. El tapón del radiador está dañado

Si crees que ninguno de los anteriores argumentos es el motivo por el que tu coche pierde agua, entonces debes comprobar el tapón del radiado, ya que puede estar suelto y ser la razón de que pierdas refrigerante.

Cuando tu coche se haya enfriado durante al menos media hora, abre el capó. Antes de eso, tocar el tapón puede provocar quemaduras bastante serias.

Cuando sea seguro manipularlo, debes comprobar si está demasiado flojo. En este caso, tan sólo con apretar el tapón, tu problema podría estar resuelto.

Si no es así, puede que sea el propio tapón el que esté defectuoso y esté dejando escapar refrigerante cuando el sistema está presurizado.

En este caso, habría que cambiar el tapón del radiador por uno nuevo. Algo que podríamos haber evitado realizando un buen mantenimiento periódico a nuestro coche.

Cabe mencionar, que en el caso de que sea el tapón el motivo por el que tu coche pierde agua, puede que no siempre veas agua o fugas, ya que lo que puede estar pasando es que el refrigerante se evapora.

5. Algún manguito tiene alguna fuga o está suelto

Los manguitos que conectan el sistema de refrigeración con otros componentes son de goma. Como ya sabrás, la goma pierde la elasticidad con el tiempo, y termina agrietándose o perforándose.

No obstante, si tu coche pierde agua también es posible que esté fallando una de las abrazaderas encargada de conectar estas mangueras con otro sistema. Y cuando la presión es alta, basta una conexión defectuosa para que el refrigerante se escape.

Para detectar si éste es el problema, será necesario que limpies esta zona del vehículo con un trapo seco y lo observes mientras está arrancado para localizar el lugar preciso de la fuga.

Si este fuera el motivo por el que tu coche pierde agua, podrías observar la aparición de nuevas manchas de humedad o un chorro de líquido saliendo disparado del lugar de la perforación de la manguera.

La buena noticia es que la sustitución de la manguera no es cara.

6. Una fuga interna de refrigerante

Algunas fugas de refrigerante son muy difíciles de detectar a simple vista, por no decir que casi imposible.

En caso de ser imposible encontrar una fuga, el motivo por el que tu coche pierde agua podría ser a nivel interno. Y los daños de este tipo deben ser evaluados por un mecánico profesional, ya que pueden ser averías bastante graves y difíciles de diagnosticar.

Este problema puede derivar en:

Rotura de la junta de culata
Culata agrietada
Bloque del motor agrietado
Junta de turbo en mal estado
Junta del colector de admisión dañada

7. Rotura de la junta de culata

Las culatas y el bloque del motor están unidos por una fina junta llamada junta de culata.

El refrigerante puede filtrarse a la cámara de combustión y causar diversos problemas si la junta se deteriora.

Aunque te darás cuenta de que tu coche pierde agua rápidamente, también notarás otros signos como:

El tubo de escape suelta mucho humo blanco y espeso.
Tu coche pierde mucha potencia y parece que se sobrecalienta con frecuencia.
La presencia de anticongelante con aceite. Podrás saber que tienes un problema porque se parecerá mucho a un batido de chocolate.
El aceite tendrá una textura lechosa, puedes comprobarlo en la varilla del aceite. Este se debe a la mezcla del refrigerante con el aceite.

Ante estos síntomas, no puedes pasar de largo, es crucial examinar la junta, ya que en caso de no ser atendida el problema sería cada vez peor, y el motor se dañaría cada vez más.

Para confirmar el problema, un mecánico tendrá que hacer las pruebas necesarias.

Debemos mencionar, que si detectas que tu coche se está sobrecalentando, debes apagarlo, aunque antes no haya habido signos de junta de culata rota.

La mayoría de coches incluyen un indicador de temperatura (ya sea digital o analógico) con el fin de avisar al conductor de la temperatura del vehículo.

Si ves que la aguja se acerca demasiado rápidamente al punto medio, empieza a buscar un lugar donde aparcar el coche de manera segura. Tu motor podría salvarse de la ruina por tu rapidez.

Cabe destacar, que las averías de culata y junta de culata son muy costosas, ya que hay que desmontar parte del motor, lo que requiere mucho tiempo y mucha delicadeza. En ocasiones (depende del coche que tengas, de su antigüedad y kilometraje), te sale más rentable comprar otro coche.

8. Culata agrietada

Uno de los problemas que pueden surgir si sigues conduciendo tu coche a pesar de las señales de advertencia de una junta de culata reventada, es una culata agrietada.

Una de las principales causas de las culatas agrietadas es hacer funcionar el coche mientras está sobrecalentado.

Tanto una junta de culata en mal estado como una culata agrieta presentan los mismos síntomas, por lo que es el mecánico quien debe determinar cuál de los dos componentes está en mal estado.

Como ya hemos mencionado en el anterior apartado, se trata de una avería muy costosa, y dependiendo del coche que tengas y de sus kilómetros te saldrá o no rentable reparar la avería.

9. Bloque del motor agrietado

Los síntomas que presenta un bloque del motor agrietado son los mismos que los de la junta de culata y culata en mal estado.

La diferencia entre esta avería y las averísa relacionadas con la culata, es que esta es aún más grave y costosa, ya que probablemente tendrás que pagar un nuevo bloque de motor.

Por ello, deberás sopesar si te compensa arreglar esta avería o, si por el contrario, te sale mejor comprar un coche. Todo depende del coche, de los kilómetros y de los años que tenga.

10. Junta de turbo en mal estado

Si tu coche tiene turbo, puede perder algo de refrigerante. Si es así, la junta de tu sistema turbo puede haber sufrido desgaste o daños y ahora estar en mal estado.

Normalmente, el refrigerante se utiliza para enfriar los turbos, y cuando las juntas fallan, el refrigerante se escapa.

Si este es el motivo por el que tu coche pierde agua, puede que veas salir demasiado humo del escape.

11. Junta del colector de admisión dañada

Corres el riesgo de perder refrigerante si cerca del del colector de admisión pasan conductos de refrigerante.

La ventaja de ser un problema en la junta del colector de admisión es que no requerirá que tu mecánico vaya tan lejos para arreglarlo. Aunque te ahorres algo de dinero en el precio de la reparación, tienes que ocuparte de este grave problema de inmediato, ya que sino, dará lugar a averías más graves.