El buque carguero “Felicity Ace” tan sólo debía ir de Alemania a Estados Unidos, pero su trayecto se complicó dejando pérdidas millonarias a las famosas firmas.
Felicity Ace era un barco cargado de unos 4.000 coches, pero no coches cualesquiera. Entre ellos se podían encontrar numerosos ejemplares de Lamborghini, 189 unidades de Bentley y 1.100 vehículos de Porsche. No obstante, son Volkswagen y Audi las firmas que más han sufrido debido a la cantidad de coches de estas marcas que el buque transportaba.
Todo es narrado en pasado debido al inevitable hundimiento del Felicity Ace y, con ello, toda su carga.
Para remontarnos a los sucesos debemos comenzar desde el tremendo incendio que tuvo lugar en el navío y, a pesar de que había sido controlado y sofocado, el plan era ser remolcado hasta un lugar seguro. Sin embargo, las cosas no siempre suceden como han sido planeadas y, precisamente esto, es lo que le ocurrió a este barco de carga.
Durante su trayecto a zona segura, el navío se hundía a tan sólo 46 km de Portugal, cuando ya estaba a punto de lograr su tremendo reto de poner toda su mercancía a salvo. La Marinha Portuguesa, involucrada debido a que el navío se encontraba en sus aguas, ha realizado el mejor trabajo posible intentando controlar la situación del Felicity Ace, pero ahora que el buque se encuentra a 3.000 metros de profundidad los coches nunca llegarán a su destino, Estados Unidos.
Esta trágica noticia no sólo afecta a las pérdidas millonarias y multimillonarias por parte de las reconocidas firmas, sino que también suponen una desgracia para los compradores de los coches y un duro golpe para el medio ambiente.
A día de hoy se ha avistado una gran mancha de aceite en la zona del naufragio, ya no sólo por el barco en sí, sino también por todo el combustible y aceite que el Felicity Ace llevaba consigo a bordo.
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